Want create site? Find Free WordPress Themes and plugins.

CÓMO VOLVER A LA RUTINA Y NO MORIR EN EL INTENTO

¡Vuelta a la rutina! ¿Por qué nos cuesta tanto?

Puede que a ti te apetezca poco volver a la fábrica o a la oficina después de las vacaciones… Pero si a ti no te apetece, imagínate a tu cerebro hedonista, que está diseñado para acercarse al placer (y obtener beneficios positivos) y alejarse del dolor… Después de dormir largas siestas, tardíos despertares matutinos, risas interminables con los amigos, felices momentos en familia… En un momento en el que tu cerebro rebosa endorfinas, oxitocina, dopamina, o serotonina… O está borracho de felicidad vaya. Vamos nosotros y queremos meterle 8 horas decortisol y adrenalina como por un tubo, durante 5 días a la semana… ¡Seguidos!

Visto así, es normal que no nos guste la idea de renunciar a nuestro libre albedrío y volver a encerrarnos unas 8 o 10 horas, solos la mayoría de las veces, o demasiado acompañados otras, entre 4 paredes inescapables, y además que nos resistamos de manera consciente e inconsciente y con todas nuestras fuerzas a esta vuelta a la rutina: estresante necesariamente…!

Pues el estrés (postvacacional o del tipo que sea) es, finalmente, una respuesta anticipatoria de alerta sobre un futuro problema o pérdida para nuestro organismo, que vivimos con desagradabilidad…

¿Cómo amortiguar este encontronazo entonces? Dos son las maneras más saludables y menos dolorosas:.

El veneno mejor a pequeñas dosis…

Exactamente igual que el veneno a pequeñas dosis inmuniza contra sí mismo, este nivel de estrés que de golpe queremos instaurar en nuestro organismo, encontrará menos resistencia por nuestro cuerpo (y por tanto por nosotros en nuestra totalidad) si lo hacemos poco a poco y gradualmente.

Esto es, si lo hacemos de manera que nos vayamos acercando gradualmente, de menos costosas a más, a lo que siempre han sido nuestras rutinas habituales. Y poco a poco, que pueden ser unos 3 ó 4 días, durante los cuales y siempre que dispongamos de ese tiempo de vacaciones, podemos ir acercándonos a nuestros horarios de sueño, nuestras rutinas de alimentación, horarios de despertar, e incluso por qué no, libros y programas televisivos que normalmente vemos en nuestra rutina de “invierno” o trabajo. .

Lo que no mata engorda…

No obstante, no siempre disponemos de 20 días de vacaciones y otros 5 para habituarnos a la vuelta al trabajo. Y para ello, nuestro cerebro (que es muy inteligente) ya nos previene memorizando, como si de una huella en la nieve se tratara, lo que han sido nuestras rutinas de trabajo habituales durante los últimos años, de manera que convierte esta huella en un lugar de fácil encaje en caso de “salirse” de esa rutina durante el verano.

Visto de otra manera: también tenemos esa ventaja del aprendizaje hecho por muchos años de trabajo que funcionará como facilitador tanto en el primer caso de acercarnos gradualmente a ​nuestros hábitos, como en el segundo: siempre que en este caso cojamos nuestros hábitos de “invierno” de golpe y porrazo, al día siguiente de volver de vacaciones.

Sí… Quizás es una estrategia sólo apta para valientes… Pero también es verdad que si no disponemos de más que de 15 días de vacaciones, o si no queremos prolongar este estrés postvacacional durante muchas semanas, es el remedio más corto y más barato… O más corto
y ¡menos doloroso!

Elijas la opción que elijas, retomar las rutinas poco a poco, o de golpe al día siguiente de volver de las vacaciones … Es igualmente importante que te asegures de que a tu cerebro no le falte un poquito de deporte, risas, aire fresco, y buenos placeres y compañías durante el fin de semana… Porque el verano continúa…. Y sobre todo la primera semana de vuelta al trabajo que habrá hecho un esfuerzo importante de cordura, lógica, reflexividad, y estrés… O lo que es lo mismo:

¡¡Necesitará reponer las reservas de felicidad, no lo olvides!!

Did you find apk for android? You can find new Free Android Games and apps.